sábado, 25 de febrero de 2017

De desastre en desastre

Nuevamente alumna



     Se trata queridos lectores contradictorios de que, vuelvo a ser alumna gracias a la tecnología. Un excelente profesor Edgar Cárdenas, un chamo de las nuevas generaciones, nos explica. Su ritmo es rápido, mi mente con este montón de años encima, es lenta. Me siento reprobada desde el primer momento. Hay demasiada información y muy violenta. Finalmente, logro entrar en mi blog. Probablemente, el otro profesor Eduardo Orozco, se conduele de mi ignorancia y desesperación, empieza a explicarme. Él diseñador desde siempre. Yo muy mala en ese aspecto, también desde siempre. Hace las correcciones pertinentes. Y, progresivamente, voy entendiendo de que se trata.

     Anoto las claves para lograr poner en orden este blog. Me gusta sentir la sensación de poder al manejar la computadora. De que, por fin puedo hacerlo sola. Les cuento que se me pasa la crisis, al ver que muchos de los colegas, están igual que yo. ¿Mal de muchos, consuelo de tontos? ¿Será así?
Confio en que esta explicación me sirva desde ahora, y para siempre. !Gracias a Expresión Libre por la iniciativa!   Al querido profesor Edgar Cárdenas y al antiguo amigo y doble colega Eduardo Orozco, por sus enseñanazas. Lograré el propósito a mis 76 años: ingresar al mundo de la cibernética sin tantos problemas.

Desastroso desgobierno



Gloria Cuenca

El hecho de que sigamos viviendo “como sí” no está pasando nada, no significa que, en efecto, no está ocurriendo nada. 
Como he dicho y repetido, pasa de todo. Por una parte la gente común y corriente, es, o se hace, la ingenua, y señalan que “no pasa nada”; no hay día que no se estremezca el país con los hechos que ocurren y de allí salen-cuando se puede- las informaciones noticiosas que nos dejan perplejos. ¡Ah, pero los que nos desgobiernan están peor! Están en un terrible proceso de negación. No quieren ver la catastrófica situación que han “creado” en estos 18 años de progresivas agresiones, persecuciones, arbitrariedades y demás actos violatorios de la ley y la Constitución, que en algún momento dijeron era “la mejor del mundo”. Lo único que les queda, todavía, es el uso de la maléfica propaganda comunista, que en las mentes de algunos verdaderos “pobres de espíritu”, los siguen, aun cuando cada vez son menos. 

     Impresiona ver la cara de la gente en las colas para conseguir pan o comida. También medicinas. Sí me gustara la fotografía, esa sería una fuente de inspiración: los rostros del sufrimiento del pueblo de Venezuela. ¿Qué nos pasó? De ser un pueblo feliz y alegre, pasamos a ser un país de gente triste, angustiada, miedosa. Casi sin capacidad de reacción por el hambre y el sufrimiento. Consecuencias de la llamada Revolución. Son las órdenes de Fidel y Raúl Castro, siguiendo la orientación que dio el Partido Comunista de la Unión Soviética:” pueblo aterrorizado y con hambre no se puede rebelar”. Así lo hicieron en Cuba, en la URSS, en China y por supuesto aquí en Venezuela. 
     No contaron con una sociedad democrática que no se ha dejado someter a los horrores del comunismo. Por eso hemos peleado durante todo este tiempo. Hay quienes se desaniman. Ha sido un camino largo, duro, doloroso y hasta ahora, con momentos de triunfos y derrotas.  Cada triunfo nuestro, vale por 100, el mundo entero se ha quedado sorprendido de nuestra lucha. Por eso se nos respeta, en todo el planeta. 

No contaron con una sociedad democrática que no se ha dejado someter a los horrores del comunismo
       El mundo democrático sabe de nuestra lucha y nos apoya. Confían en nosotros, a veces más que nosotros mismos. Nadie que no viva en el submundo de la propaganda comunista, acepta los disparates y las locuras que dicen. Son los dueños de las mentiras. Es una política de estado: mentir siempre. Hemos pasado por etapas, insólitas, nadie creía lo que les decíamos. Personalmente, en el 2004, a poco del referéndum revocatorio, los profesores de universidades norteamericanas muy prestigiosas, se mostraron asombrados de lo que les contábamos sobre la penetración cubana. ¿No lo sabían? ¿Se hacían los tontos? Nunca lo he entendido. Pero, nosotros pagamos las consecuencias. En este desgobierno populista, comunista, militarista, cubanófilo, con todos esos adjetivos sabemos que, el desastre es de pronóstico esperado y abierto, nada de reservado. 
Sin embargo, el final se acerca. La justicia divina, ya empezó a actuar. La terrena está por comenzar, ¡Qué Dios los ayude sí es que se pueden ser ayudados! Los espera el infierno y la compañía de los que se fueron antes.